Zonas Erógenas Masculinas
Cabello
El éxito de acariciar el cabello de un hombre está en que probablemente él no se lo espere. Para la mayoría de los hombres una caricia en su cabellera resulta un gesto realmente agradable. Además, las caricias en el cuero cabelludo son sumamente relajantes, lo cual prepara al hombre para una entrega sexual además de ser una gran muestra de afecto aunque sea sutil. Consejos: Aprovéchate de la yema de tus dedos para brindar un masaje circular en el cuero cabelludo de tu pareja; deja que él se recueste en ti y desliza tus dedos por su cabello, esto demuestra increíble ternura además, de pasión hacia el otro y; no olvides besar su cabeza de vez en cuando.
Orejas
Las terminaciones nerviosas abundan en el área que rodea la oreja, lo que hace a este lugar en una zona ultra sensitiva al taco y las caricias. Los dedos, labios y lengua son excelentes armas para explorar el lóbulo y la zona detrás de la oreja. Consejos: Cuando te encuentres cerca de la oreja de tu compañero recuerda hacer suaves gemidos, esto junto con el sonido de tu respirar resulta altamente excitante para él. También recuerda que los sonidos muy duros y muy fingidos resultan verdugos para el placer sexual; utiliza los labios para discretamente besar el lóbulo de la oreja; con tu lengua recorre el pabellón de la oreja, termina mordisqueando muy cariñosa y suavemente la oreja; no olvides que mientras tu boca se divierte con la oreja de tu pareja, tus dedos pueden juguetear con la parte de atrás de la oreja y con el cabello de tu compañero y si usas tu lengua para acariciar la oreja, no la introduzcas dentro del oído, con que te quedes afuera, cerca del lóbulo y el pabellón del oído es suficiente y además resulta mucho mejor.
Labios
Esta es una de las zonas erógenas masculinas que responde más claramente a los estímulos. Los hombres disfrutan ampliamente de las caricias con la boca y para ellos es fácil inclinarse al sexo mediante una buena entrega de besos. Existen miles de formas con las que puedes incitar a un hombre en sus labios, por eso, es importante aliarse del arte de besar para saber poner la chispa que ilumine el camino a la cama. No olvides que el hombre puede tomar el beso como señal de un preámbulo sexual, por ello es importante hacerlo bien. Consejos: Dientes limpios y aliento fresco antes de besar los labios de tu pareja es el primer peldaño del éxito; pon tus labios seductores y atractivos, no hace falta mucho con un lápiz labial de un color tenue y/o brillo labial basta. Es preferible que el labial no tenga sabor; deja que los besos sean progresivos, empieza con besos suaves y discretos y que el tiempo los vaya poniendo cada vez más atrevidos; usa tus dedos para acariciar los labios del chico recorriéndolos con ternura; también puedes estimular los labios de tu pareja besándolos por separado; besa y mordisquea el labio inferior de él, será un detalle muy sensual.
El cuello
Representa un área magnifica para estimular, esta recargada de amplias zonas sensitivas que al ser tratadas logran aumentar el deseo y preparar el camino prefecto para un ansiado encuentro sexual. Consejos: Cubre por completo el área del cuello con besos pequeños y lamidos discretos; evita dejar marcas de mordeduras fuertes en el cuello. No es conveniente para un hombre andarse cubriendo sus marcas en el trabajo; el mordisqueo suave, lento y sensual es bien recibido por el cuello; mientras besas el cuello de tu compañero, utiliza tus dedos para acariciar el pelo, las orejas y otras zonas del cuello de tu pareja; procura que tus labios estén un poco húmedos y no dejar depositada grandes cantidades de saliva en el cuello.
Los pechos
¿Sabías que para muchos hombres el pecho es una de sus partes favoritas? Es por esto que al estar con ellos hay que saber admirar y acariciarles el pecho, de forma sutil y a la vez atrevida. Consejos: Deja que tus manos den un roce suave por toda el área del pecho; si decides utilizar tus uñas, recuerda que estas no deben aruñar a tu pareja al punto de causarle dolor y dejarle marcas; los pezones masculinos también gozan de buena sensibilidad, no los dejes de lado; estas pequeñas zonas causan buenas sensaciones en algunos hombres cuando se les estimula mediante besos, lamidos, mordisqueos, o con el simple tacto; combina tus suaves con caricias manuales en la zona del pecho; comienza lentamente con sus caricias y vaya intensificando estas poco a poco conforme aumenta el deseo; repítale a su compañero lo mucho que le gusta su pecho, no importa si se trata de un pecho muy bien elaborado o no, a ellos simplemente les encanta saber cuánto nos gusta esta parte de su cuerpo.
Brazos y manos
Muchas veces se olvida considerar a los brazos dentro de las zonas erógenas masculinas beneficiadas de caricias durante el acto sexual, sin embargo, esta es una parte del cuerpo que al ser estimulada logra despertar una excitación suave y placentera, realmente agradable a los sentidos masculinos. Consejos: Una estimulación manual discreta en la axila y en la parte interna del brazo resulta magnifica siempre que no genere cosquillas en él, ya que esto vendría a desconcentrar a tu compañero del ambiente erótico que deseas crear; pon la mano de tu compañero en tu boca y recorre la palma con la punta de la lengua nada más, le brindaras a él una sensación poco común pero muy excitante; traza círculos con la yema de tus dedos por la palma de la man, y dibuja líneas imaginarias por debajo de los dedos en la palma también; usa la punta de tu lengua para explorar los hombros de tu compañero. Aprovecha para darle besos cortos y apasionados allí también y; para algunos hombres resulta excitante que sus dedos sean colocados en la boca de su pareja para ser lamidos dentro de ella.
Abdomen
De las zonas erógenas masculinas favoritas de ellos. Para los hombres, la zona situada entre el ombligo y el pubis es sumamente deliciosa para recibir caricias y responder a estas con intensas sensaciones. Consejos: Dibuja una línea vertical desde el ombligo hasta el pubis con tu lengua, tus dedos y labios; haz otra línea pero ahora horizontal de cadera a cadera y recórrela con besos, con la yema de tus dedos y con tus uñas de forma sutil, sin causar molestias a tu compañero y; acompaña tus estímulos en el abdomen de succiones y ligeros mordisqueos.
Espalda
A los lados de la columna vertebral se encuentran importantes receptores sensitivos, lo que la convierte en una de las zonas erógenas masculinas más especiales. En la espalda se pueden brindar muchos tipos de caricias. Consejos: Bríndale un masaje en el área de espalda, utiliza cremas y aceites aromatizados y procura que tus manos sean tersas al tacto; deja que tus dedos tracen diversas formas en la espalda de tu pareja, haz que los movimientos sean lentos y un poco coordinados entre ambas manos; recorre el camino de la columna con la punta de tu lengua; a nivel del sacro, en la parte baja de la espalda, existe una zona mucho más sensible y erógena que el resto de la espalda, no dudes un usar tus manos, así como lamidos y besos para estimular esta zona; combina tus caricias orales con manuales en otra zona de la espalda; los costados de la espalda responden ante las caricias delicadas y discretas de los labios y las puntas de los dedos.
Piernas
Dentro de las piernas se esconde una increíble sensibilidad a los estímulos externo. Por lo general las piernas del hombre quedan olvidadas en el preámbulo sexual, cuando esta parte del cuerpo masculino resulta magnifica para estimular a tu compañero. Atrévete a prestarle más atención a las piernas de él, que son una maravilla entre las zonas erógenas masculinas. Consejos: Besa la parte interior de los muslos de tu pareja, acompaña tus besos de caricias con las manos; permítase abarcar por completo el área del muslo de su compañero con lamidos, mordiscos pequeños, besos y manos; arriba en el muslo, cerca de los genitales, la sensibilidad es fácil de encontrar y estimular, aférrate a la punta de tu lengua para despertar las más exquisitas sensaciones en esta zona; aproveche para acariciar otras zonas cercanas al alcance de su mano, mientras las piernas de su compañero gozan de los placeres que su boca le pueda brindar, como abdomen o genitales.
Glúteos
Las nalgas contienen muchos receptores nerviosos que pueden ser estimulados con facilidad. Un hombre ya excitado puede volverse loco de pasión ante las caricias en su trasero. En el trasero masculino puedes utilizar masajes con las manos, ligeras palmadas o pequeños pellizcos que lograran brindar el preámbulo requerido para el ansiado encuentro sexual. Consejos: Cuando hagan el amor en la posición del misionero, aprovecha para acariciar las nalgas de tu pareja mediante caricias manuales, puedes apretarlas con fuerza o simplemente tocarlas con sensualidad por tus dedos; al estimular la zona del trasero utiliza las dos manos ya que es un área grande y carnosa; el lugar donde termina el glúteo y comienza el muslo, justo en ese surco, se encuentra una gran cantidad de sensibilidad, pasa tus dedos o tu lengua por allí, despacio, desbordando el erotismo.
Ano
Un hombre puede llegar a disfrutar de gran excitación por medio de la estimulación anal. Esto se debe gracias a la exagerada cantidad de terminaciones sensitivas de la zona, lo que la hace una de las zonas erógenas más sensitivas del cuerpo masculino. Es aquí en donde se encuentra el punto G masculino. Los estímulos apropiados en esta zona pueden elevar por mucho el placer y el disfrute sexual masculino. A pesar de esto, algunos hombres no se sienten cómodos con las caricias en el ano, por lo que antes de estimularla debes ser consiente de los gustos y atrevimientos de tu pareja. Consejos: Ni se te ocurra tocar el ano de tu compañero si a él no le agrada la idea, puedes crear un ambiente muy incómodo, nada apacible para el sexo; acaricia suavemente el periné de tu pareja, es decir, el camino desde el escroto hasta el esfínter anal, ya que desde acá se produce la excitación del ano; utiliza siempre algún tipo de crema o aceite no irritante para excitar el ano de tu compañero; antes de introducir tu dedo en el esfínter anal, rodéalo primero con caricias suaves estimulantes de tus dedos.
Genitales
Zona erógena de predilección masculina, pero como hemos visto, no es la única. Imagina el derroche de placer que le puedes hacer sentir a tu pareja si aprovechas tus conocimientos para estimular sus genitales en combinación con sus otras zonas erógenas. El pene, los testículos y la zona que rodea a estos es altamente sensible y cada vez que son estimuladas crean potentes deseos sexuales que desencadenan en las más exquisitas sensaciones. Consejos: El área genital responde a los toques más suaves, por lo que cuando llegas a esta parte procura que tus caricias sean delicadas sin dejar de ser sensuales; la punta del pene es la zona más sensible de todo el cuerpo masculino, estimúlala con suavidad, es fácil excitar a un hombre desde aquí; usa tu lengua para besar y lamer la cabeza del pene de tu compañero mientras con una mano acaricias el resto del cuerpo del pene y con la otra mano tocas sus muslos o abdomen; todos los hombres gozan del sexo oral, así que no seas egoísta y practícaselo, deje que el note lo mucho que tú también lo disfrutas; al estimular los genitales no te olvides de prestarle atención también a los testículos, estos son muy sensibles y disfrutan de la estimulación dada con delicadeza; aprovecha cuando tienes tu boca ocupada con el pene de tu compañero para recorrer y acariciar el perineo masculino; otra forma de estimular es acariciar el pene como si le estuvieras brindando a tu compañero una masturbación, acompáñala de lamidos inesperados.