Diabetes Gestacional
La diabetes gestacional se define como la subida del nivel de glucosa en la sangre de una mujer durante el embarazo. En los países industrializados, aproximadamente el 5% de todos los embarazos derivan en diabetes gestacional. Normalmente, se manifiesta en el tercer trimestre del embarazo y desaparece por sí sola tras el parto.
La diabetes gestacional si no se controla puede afectar negativamente al bebé, ya que los síntomas suelen pasar inadvertidos. Por ese motivo, se realizan controles rutinarios del nivel de glucosa en sangre. Si el riesgo es muy elevado, es necesario realizar una prueba de glucosa para proteger al bebé.
La regulación adecuada de la glucosa en la sangre mediante una alimentación sana o un tratamiento con insulina puede evitar posibles consecuencias en el bebé. Estos problemas pueden ser, por ejemplo, aumento en la tasa de abortos espontáneos, peso superior a 4 kg al nacer, tendencia a valores de glucosa en la sangre muy bajos (hipoglucemia) o concentración de calcio en la sangre muy baja (hipocalcemia).
La diabetes gestacional no tratada aumenta la tasa de mortalidad del bebé tras el parto. Lo más importante es que los bebés afectados sean puestos en observación en el hospital hasta que se estabilicen las funciones de sus órganos.
La diabetes gestacional se define como un elevado nivel de glucosa en la sangre de la madre durante el embarazo. Se manifiesta, aproximadamente, en el séptimo mes degestación. Tras el parto, suele desaparecer por sí sola. En casos muy excepcionales se trata de una diabetes mellitusno diagnosticada.
Si no se trata, la diabetes gestacional puede afectar negativamente al bebé, ya que los síntomas en la madre suelen pasar inadvertidos y así no ser consciente del problema. Por eso, hay que llevar a cabo controles rutinarios de glucosa en sangre durante todo el embarazoen aquellas madres en que ya se ha diagnosticado la diabetes gestacional. Esta prueba no es necesaria en todas las madres y si en la primera prueba, realizada entre las semanas 24 y 28, el resultado es normal no es necesario volver a repetirla durante el embarazo. Si el riesgo es muy elevado, es necesario realizar una prueba de glucosa para proteger al bebé.
La diabetes gestacional surge debido a una escasa producción de hormonas. Durante el embarazo se libera una mayor cantidad de glucosa para que el cuerpo tenga disponible la energía necesaria. Al mismo tiempo, el páncreas debe incrementar su producción de insulina para llevar la glucosa a las células y así disminuir la concentración de azúcar en la sangre.
En algunas embarazadas el páncreas no puede soportar este sobre esfuerzo y se produce una falta de insulina. En este caso se habla de una falta real de insulina. En muchas mujeres, aunque el páncreas sí puede aumentar su producción de insulina, las células no reaccionan al estímulo de insulina, de modo que el nivel de azúcar en la sangre no puede descender. Se habla entonces de una falta relativa de insulina.
Hay determinados factores que elevan el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Estos factores son los siguientes:
Sobrepeso
Mala alimentación
Diabetes mellitus en la familia
Uno o más abortos espontáneos
Un bebé prematuro con un peso más alto de lo normal
El peso de la madre durante el parto es 4 kg más elevado que el de una gestante normal
La embarazada es mayor de 30 años
Elevada cantidad de líquido amniótico
Indicios de glucosa en la orina
La diabetes gestacional no suele mostrar ningún síntomaimportante. Por este motivi, el ginecólogo ofrece la posibilidad de realizar una prueba de carga de glucosa en la sangre a partir de la semana 24 de embarazo. La diabetes gestacional se manifiesta mediante unos niveles de glucosa en la sangre muy elevados en la embarazada. Normalmente, el feto crece en exceso, debido al aumento de la captación de glucosa.
Como la diabetes gestacional no presenta, en un principio, ninguna molestia, puede pasar fácilmente inadvertida. Para detectarla, el ginecólogo puede llevar a cabo una prueba de carga de azúcar en la sangre (prueba de tolerancia a la glucosa) a partir de la semana 24 de embarazo.
En esta prueba se determina el nivel de glucosa en la sangrede la embarazada. Después, ingiere 50 gramos de glucosa. El nivel de glucosa en la sangre vuelve a medirse a los 60 minutos. Si se sospecha una diabetes gestacional hay que repetir la prueba con una cantidad de glucosa mayor (sobrecarga oral de glucosa).
Si se demuestra que existe diabetes gestacional, suele ser suficiente con un cambio en la alimentación para solucionar el problema.
Si no se obtienen los resultados deseados, puede administrarse insulina hasta el final del embarazo.
Ante la sospecha de diabetes gestacional se llevarán a cabo más ecografías en el último trimestre del embarazo para detectar un crecimiento excesivo del feto y, si fuera necesario, ejecutar un parto prematuro o una cesárea.
La diabetes gestacional puede tratarse adecuadamente la mayoría de las veces con el correspondiente tratamiento de insulina o un cambio en la alimentación. Sin embargo, si no llega a detectarse o si se detecta demasiado tarde, el bebé puede desarrollar complicaciones.
La diabetes gestacional no tratada o tratada demasiado tarde puede tener una serie de consecuencias en el recién nacido. Estas pueden ser las siguientes:
Macrosomía: peso al nacer mayor a 4 kg.
Aspecto cushingoide: cara de luna llena, acumulación de grasa en el cuello, piel enrojecida y vello más grueso de lo normal.
Trastornos en la maduración de los órganos: síndrome de dificultad respiratoria debido a la falta de surfactante. El surfactante es un tensoactivo que reduce la tensión superficial alveolar.
Valores muy elevados de bilirrubina en la sangre.
Cardiomiopatías: un corazón muy grande, pero muy poco eficaz.
Hipoglucemia: valores muy bajos de azúcar en la sangre tras el parto.
Hipocalcemia con tetania: niveles demasiado bajos de calcio en la sangre acompañados de espasmos musculares.
Uno de cada tres hijos de una mujer que ha padecido diabetes gestacional y no se trató son diabéticos a los 30. En otros casos, se tiende al sobrepeso. La tasa de mortalidad antes y después del parto aumenta.
El 50% de las mujeres con diabetes gestacional la desarrollan de nuevo en embarazos posteriores. Por lo general, puede decirse que las mujeres que padecieron diabetes durante el embarazo tienen un riesgo muy elevado de enfermar de diabetes tipo 2. Los factores que elevan el riesgo son, entre otros: el sobrepeso y la diabetes en el historial familiar.
La diabetes gestacional puede prevenirse si evitas los factores de riesgo como el sobrepeso y la mala alimentación.
Por lo general, a las embarazadas con factores de riesgo conocidos, como diabetes en la familia o abortos espontáneos previos, se les efectúa una prueba de glucosa en el primer trimestre del embarazo.
Se recomienda que todas las embarazadas se realicen una prueba de glucosa entre las semanas 24 y 28 de embarazo.