Órganos Genitales Femeninos Externos
El término médico empleado para designar los órganos sexuales externos femeninos es vulva y está formada por:
El monte de Venus
Los labios mayores y menores
El clítoris
Los bulbos del vestíbulo
Las glándulas de Bartolino
El monte de Venus y los labios mayores limitan la vulva actuando como depósito de grasa. Sobre la piel de la zona crece vello púbico. Aquí también se encuentran las glándulas sudoríparas, odoríferas y sebáceas. Los labios mayores son dos pliegues de piel que contienen tejido graso. Por un lado, tienen una función protectora respecto a los órganos sexuales y, por otra, contienen una capa de fibras musculares y nervios. Los labios menores se encuentran debajo de los mayores. Se componen de dos finos pliegues de piel muy sensibles al tacto que contienen tejido nervioso, vasos sanguíneos y glándulas sebáceas.
Los labios menores se unen en un extremo formando un órgano eréctil: el clítoris. Justo debajo del clítoris se encuentra el orificio de la uretra y más abajo la vagina. Normalmente, los labios están colocados juntos de manera que desde fuera solo se observa una estrecha hendidura.
El clítoris cuenta con muchas terminaciones nerviosas, por lo que es extremadamente sensible al tacto. El tejido del clítoris es mucho mayor de lo que se pueda apreciar desde su parte externa visible. Se extiende hasta el interior de la vagina. Desde el punto de vista histológico, el clítoris se corresponde al pene masculino.
En la parte lateral de la vagina se encuentran las glándulas de Bartolino, que son las responsables de la lubricación de la vulva. Su conducto excretor desemboca en la parte interna y en el tercio interior de los labios menores.